Utilizar protectores para patas de mesas y sillas: algo fundamental para evitar rozaduras y arañazos es colocar y renovar -porque tambiçen sufren su desgaste- los protectores de las patas de mesas, sillas, sofás y butacas para amortiguar el contacto con el suelo.

2. Colocar alfombras y esterillas en puntos estratégicos: además de proteger el suelo y alargar su abrillantado de forma considerable, las alfombras proporcionan un ambiente más acogedor a las estancias de la casa y son las aliadas perfectas contra las patas de las sillas de ruedas que se utilizan en los despachos.

3.  Limpieza con mopa, mejor que escoba: la mopa recoge mucho mejor el polvo y las pelusas, no agrede el suelo ni lo expone a posibles arañazos. Si pasamos la mopa con firmeza, reforzaremos y aumentaremos el brillo, por el efecto del frote. Un truco muy eficaz: aplicar spray especial para terrazos a la mopa y a continuación, una vez retirado el polvo, pasarla por toda la estancia renovando el spray de vez en cuando, para que no pierda eficacia.

4. Recoger lo más rápido posible líquidos derramados: uno de los peores enemigos del suelo de terrazo son los líquidos: bebidas de todo tipo, restos de comida, orina, vómitos… Hay que ser muy veloces al retirarlo porque al tratarse de un suelo poroso absorbe rápidamente el producto y el resultado ya no es solo la pérdida de brillo, sino las feas y antiestéticas manchas.